Hoy os traemos una receta que da gusto para empezar el otoño. Al igual que el verano es sinónimo de hacer unas buenas parrilladas con los amigos en el jardín con nuestra Morcilla de Burgos, cuando empieza a hacer un poco más de fresco es momento de refugiarse en casa. Pero no por ello vamos a renunciar al placer de comernos una buena morcilla asada. Así que lo que os presentamos hoy es una receta estupenda de morcilla asada acompañada de un salteado de pimientos.

Para elaborar este auténtico manjar lo que vamos a necesitar es, en primer lugar y como no podía ser de otro modo, nuestra morcilla de autor de Embutidos de Cardeña. A mayores vamos a necesitar también pimientos asados, aceite de oliva, cuatro dientes de ajo y un poquito de azúcar. Lo primero que tenemos que hacer es envolver la morcilla de autor de Embutidos de Cardeña en papel de aluminio como si se tratase de un caramelo y meter en el horno durante 20-25 minutos a 160º-180º. A continuación, mientras la Morcilla de Burgos se va asando en el horno, cogemos los pimientitos asados y los preparamos para cocinar. Freímos los cuatro dientes de ajo con un chorrín de aceite durante un minutito para, seguidamente, añadir los pimientos asados en la sartén y saltearlos a fuego fuerte. Ya al final añadimos una pizquita de azúcar a la sartén para buscar un sabor dulce en nuestro acompañamiento.

Apagamos el fuego de la sartén y vamos a nuestro horno para buscar la morcilla. Desenvolvemos el papel de aluminio y nos encontramos con nuestra joya brillante, que es lo que buscábamos, que estuviera así para que mantenga sus propiedades. Ahora, para probarla, tan solo tenemos que trincharla, cortar dos rodajas gruesas y acompañarlas de nuestro salteado de pimientos asados. ¿Cómo está? Espectacular, ¿eh?

Seguidnos en nuestras redes y compartid vuestras recetas mencionándonos, que queremos ver qué tal se os da a vosotros, ¡majetes!

¡Nos vemos!