Prestad mucha atención porque aquí llega otro de los consejos de Embutidos de Cardeña. En esta ocasión, hemos decidido enseñaros a freír una morcilla de tripa de cerdo (nosotros utilizaremos una Suprema). Allá vamos.

Aunque nuestra morcilla Suprema sea retorcida, debemos esforzarnos en hacer todos los cortes de las rodajas paralelos, dejando un dedo de grosor. Aunque nos encontremos las roscas, no os preocupéis y seguid cortando, procurando siempre que el corte sea lo más proporcional posible. Ponemos las rodajas en la freidora bien separadas para que no se peguen entre ellas y se doren perfectamente. Como os recordamos siempre en este tipo de publicaciones, es importante que el aceite esté bien caliente antes de introducir nuestra morcilla. Dejamos freír durante un par de minutos, para que se vaya creando la costra y coja colorcillo. Cuando el arroz esté en el punto perfecto lo sabremos por el color dorado tan característico que va a presentar. Sacamos nuestra morcilla del aceite y podemos observar una textura crujiente exterior con otra interior mucho más jugosa. Y menuda pinta tiene… Ya lo veréis cuando terminéis de seguir estos pesos. Aunque también podéis verlo en el vídeo que os ha preparado Roberto Da Silva para que sigáis todos los pasos de esta elaboración. Porque, aunque parezca fácil freír una morcilla, no va a saber igual si no lo haces a la perfección.

Un consejo más que queremos daros desde Embutido de Cardeña para que saquéis el máximo partido a la morcilla de tripa de cerdo. Por aquí os dejamos el vídeo para que os sirva de completo de esta publicación y pronto os iremos contando más técnicas y recetas. Nosotros nos vamos sentando a la mesa, que se nos enfría la morcilla. ¡A comer!