Hoy, desde Embutidos de Cardeña, queremos enseñaros una nueva técnica de cocina y, como no podía ser de otra forma, hay morcilla de por medio. No todas las morcillas deben freírse de la misma manera, ¿sabéis? Por este motivo, os vamos a explicar cómo freír una morcilla de tripa de vaca para darle el punto perfecto antes de disfrutarla. Coged boli y papel y apuntad estos consejos que os vamos a dar.

Ya sea en morcilla común o Selecta, para freír este tipo de morcillas vamos a realizar un corte un poco más ancho de lo normal, ya que la piel tiende a encogerse debido al tipo de proteína que contiene. Debemos hacer una rodaja más grande para anticiparnos a ese posible problema. Para comenzar a freírla debemos comprobar que el aceite esté muy caliente, a 190°. El aceite a esta temperatura nos va a permitir que haga costra. Lo dejamos friendo durante un minuto o un minuto y medio, esperando a que dore el arroz y coja es tono amarillento tan agradable, se cree la costra exterior y la tripa se haya tostado. Nuestras morcillas siempre están elaboradas con arroz en crudo y esto permite que aguante en la freidora grandes temperaturas, ya que no posee agua en su interior. También nos permite crear una buena costra y una textura que es especialmente agradable.

Sacamos la morcilla de la freidora y ya podemos contemplar ese color amarillento tan característico y cómo se ha encogido la tripa. Bien tostada y dorada, nuestra morcilla de tripa de vaca ya está lista para comer. Si queréis seguir paso a paso esta técnica de cocina, Roberto Da Silva os lo explica a la perfección en este vídeo. Esperamos que os sirva de ayuda y ¡qué aproveche!