Galletas y morcilla. Dulce y salado. Dos sabores opuestos y, a simple vista, difíciles de casar. Pues bien, Roberto da Silva lo volvió a hacer. Su mente innovadora creó un producto muy complicado de concebir y lo hizo con un resultado realmente sorprendente. Las Galletas de Morcilla se unieron a la gama de productos de Embutidos de Cardeña en el año 2014, levantando la expectación entre prescriptores, profesionales de la gastronomía y cocineros de todos los ámbitos. Un producto que conserva la textura de la galleta y las características organolépticas de la morcilla de Burgos, consiguiendo un sabor lleno de matices.
Las Galletas de Morcilla se presentaron en dos formatos distintos, uno en su versión original y otro al que le añadimos un toque de queso, aportando un sabor aún más peculiar y sorprendente. Este hito innovador de la empresa Embutidos de Cardeña contó con la colaboración del maestro pastelero Enrique Vázquez y provocó una enorme sensación entre grandes profesionales de la cocina. Joan Roca, cocinero del restaurante El Celler de Can Roca, no perdió la oportunidad de felicitar a Roberto da Silva por su carácter innovador y su empeño por mejorar y desarrollar los productos burgaleses.
Unas galletas con sabor a morcilla… Parecía casi imposible, pero en Embutidos de Cardeña siempre hemos apostado por la innovación, dando lugar a elaboraciones tan sorprendentes como esta. Unas cookies que nos permiten disfrutar del sabor de las galletas y de la morcilla de Burgos al mismo tiempo, conjugando a la perfección dos productos que, aparentemente, presentan características opuestas pero que, en el fondo, se funden en un nexo espectacular. Tan diferentes y tan sabrosas, al alcance de cualquiera gracias a Embutidos de Cardeña.
